El avión a Las Vegas no sale hasta las cinco de la tarde, así que tenemos mucho tiempo por delante.
A Salud se le ocurre ir a conocer al hermano pequeño de Yellowstone: el Parque Nacional de Grand Teton. Buena idea, si es que además estamos a 15 kilómetros de allí.
Salimos con el coche en dirección a Grand Teton y hacemos una parada para hacer fotos. Es un parque atravesado de norte a sur por una carretera nacional, con lo cual no hay entrada oficial. Lagos, enormes montañas y en general ese ambiente de naturaleza salvaje que tanto nos gusta. Por curiosidad entramos en una camping a bichear cómo son por dentro, al menos los dd esa zona: junto a un lago, parcelas de 100 m2, sitio para hacer fuego en cada parcela, mesa y bancada para sentarte a comer y la consabida caja de metal anti-osos con su candado.
De vuelta hacia el aeropuerto y como vamos bien de tiempo hacemos una parada para ver otra vez el Old Faihful y pasear por la zona.
Una vez en el aeropuerto devolvemos el coche y cogemos la avioneta que nos llevará a Salt Lake City. Ahora si que se mueve la puñetera avioneta en el despegue. Menos mal que cuando alcanzó altura y se puso a velocidad de crucero, la cosa se calmó.
Enlazamos el vuelo de Las Vegas y a las 20.30 h llegamos a la ciudad del vicio.
Taxi y cambio de hotel: el Venecia. Suite de impresión con dos niveles, sofá, despacho, cama de dos metros, baño de mármol, etc...Lujo asiático por menos dinero de lo nos ha costado dormir una noche en cualquiera de los Parques Nacionales. Y es que el Las Vegas el negocio bueno es el casino.
Nos vamos a visitar el hotel que es como una pequeña ciudad, plagado de tiendas, restaurantes y su inevitable casino. Salimos a ver el espectáculo de los volcanes del Hotel Mirage que tenemos enfrente. Una horterada, no nos gustó.
Volvemos al Hotel Venecia y damos vueltas y vueltas, hasta que decidimos aprovechar esa suite fantástica. Pero ¿por dónde se llega?. Perdidos del todo tuvimos que preguntar a un empleado que nos facilitó ¡¡¡ un mapa !!! para encontrar el camino a nuestra habitación. Tela marinera...
Creado por Juan Campllonch