Día 4 de junio de 2013.
San Francisco-Barstow
Hoy, antes de coger el camino a Barstow, hemos decidido bajar la famosa calle Lombard. El primer día no pudimos hacerla con la empresa con la que contratamos el tour porque los vehículos comerciales tienen prohibida la entrada a esta calle. Así que ponemos en navegador y tras varios despistes y vueltas encontramos la calle. La bajamos, nos hacemos unas fotos y partimos hacia Barstow, nuestro destino de hoy.
Atravesamos Oakland y por autopista nos adentramos en California. Primer contacto con las carreteras americanas: muchos camiones se saltan los límites de velocidad, pero nosotros optamos por la prudencia no sea que aparezca un sheriff detrás de un árbol y nos de el día.
Según nos vamos adentrando el paisaje se vuelve más desértico. Vaya sorpresa: creíamos que California era poco menos que un inmenso bosque. Pues no, toda esa zona es un desierto en el que han plantado millones de árboles frutales.
Llega un momento en que se dejan de ver los árboles frutales y aquello se convierte en un desierto feo-feo a la vista. Es el desierto de Mohave, en el que vemos de vez en cuando algunos Jossua Trees.
Sobre las cinco de la tarde llegamos a Barstow, ciudad en medio del desierto con un calor imponente. Encontramos el Hotel Travelodge sin problemas. ¡Qué mala pinta tiene por fuera! Y por dentro...también. Al menos está limpio y bien equipado, pero necesita una renovación a fondo, como todos los moteles de esa cadena. Y la piscina, una bañerita.
Como no nos apetece pasar la tarde allí le preguntamos a la recepcionista y nos dice que a pocas millas hay un outlet. Mejor que esa habitación antimorbo, cualquier cosa, pensamos, así que nos vamos para allá. ¡Sorpresa! Es un gran outlet con montones de tiendas buenas. Así que a shoppinear toca...
Cuando cierran las tiendas decidimos acercarnos a cenar a un restaurante que hemos visto en internet y que está dedicado a los años cincuenta: Peggy Sue. Efectivamente se trata de un restaurante de aquellos años que ha sabido mantener el aspecto de aquellos locales con sillones de skay, fotos de Elvis y Marilyn etc...
Cenamos y nos volvemos al siniestro hotel donde gracias a que ya es de noche, la cosa parece algo mejor.
