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FINDE GRANAINO.

MADROÑALES-RÍO RÁPIDO-LA BOLERA

(6 A 8 DE JUNIO DE 2008)

 Viernes 6

El viernes 6 Paco y Juan recogimos a Isa en su trabajo y enfilamos pa’Graná. Tres horitas de viaje, un poco de despiste a llegar a Graná y al final todos encontramos la casa de Cris, que amablemente nos había invitado a compartirla.

Como era un poco tarde para acoplarnos una visita de un carmen en el Albaycín que Cris nos había propuesto, optamos por un agradable tapeo por la zona y una paseito por el Centro de Graná a tomar un helado.

 Sábado 7

Sobre las nueve aparece María José, la ex compañera de piso de Cris, que se ha apuntado a barranquear con nosotros.

Como vamos en plan relax llegamos a la Fuente de las Cabrerizas sobre las 11’30 h. Chungo..., aquello está "empetao" de gente, algo normal en estas fechas y a esa hora.

Bueno, pues tiramos para Madroñales y Dios dirá lo que nos encontramos en el Río Verde cuando lleguemos a él.

El descenso del Madroñales lo hacemos relajadamente con Paco enseñándole a María José cómo se montan las cuerdas. No encontramos ningún otro grupo.

Total, que llegamos al Río Verde y al poco nos encontramos el primer atasco: lo normal en esta época. Cris que empieza a poner se nerviosa y a calentarle el cogote a los que van delante hasta que decide << hay que adelantar  a toda esta gente>>.

Dicho y hecho: la Jefa comienza a dar órdenes y a organizar la marcha y nos pone el turbo en el culo. Resultado: el grupo se estira y mientras Cris y Juan encabezan la marcha adelantando gente por la izquierda y por la derecha, Mª José e Isa se van atrasando y Paco se queda con ellas. Al final conseguimos el objetivo: llegar los primeros a la cascada de la “Y”  y no tener que esperar allí.

Menos mal que nos esperaba una recompensa: una degustación de papas “aliñás” que Cris había hecho el día anterior. Pero..., ¿dónde están los tenedores? Leches, se nos han olvidado en el coche. Pues al carajo, con las manos como los moros. Total: el aceite que nos chorreaba hasta el codo, pero encantados de la vida. Isa, que no quería pringarse de aceite, descubre una nueva forma de comer las papas “aliñás”: la tosta de papas “aliñás”. Así que nos preparamos una cada uno. ¿Y los chicharrones de Cádiz que traía Juan? Joder, que también se han quedado en el coche. Pues se quedan para el día siguiente.

De vuelta a Granada y tras una reconfortante ducha, y un fracasado intento de cenar en el Bar Ranco, nos vamos de tapeo por la zona y nos acostamos tempranito.

Domingo 8

Cris y María José no vienen de barrancos porque se habían comprometido a una ruta cicloturista, así que sobre las 9’30 Isa, Paco y Juan enfilamos hacia la Sierra del Castril. Tras una hora de carretera Paco comenta: << he visto un cartel que decía:  a Jaén 11 kms>>. No puede ser: ¡¡¡¡¡Estamos en Jaén!!!!. Hostias , ¡¡¡ qué despiste!!! Ea, vuelta atrás y una hora y media de coche más.

Por fin llegamos a la Bolera. Hace un día excelente con alguna nubecilla. Entramos en el barranco y nos encontramos con lo esperado: tiene agua ¡¡¡¡Yupiiiiiii!!!!

Isa y Paco alucinan con las chorreras de la entrada. Tras hacerles Juan unas fotos de concurso en una marmita llegamos a la marmita-trampa: está llenita de agua. De p. m., mejor imposible.

Nos tiramos a la marmita, eso sí, Isa cagaíta de miedo, pero al final le encantó la experiencia de salir buceando de la marmita.

Y hasta el final lo de siempre: largas badinas de agua cristalina y espectaculares paisajes.

Ya en la playita del final encontramos el único punto negro del fin de semana: una cabra muerta y podrida.

Regresamos a los coches y esas nubecillas que vimos al llegar, se han ido convirtiendo en negros nubarrones. Nos cambiamos y justo cuando sacamos la comida y una nevera con cerveza helada, ¡¡¡mierda!!!, se pone a llover. Total, que nos comimos los chicharrones y una ensalada de pasta que nos había preparado Cris, de pie bajo el techito de una especie de depósito que hay allí.

Bueno, pues a pesar de esos dos lunares de última hora (la cabra y la lluvia), fue un fin de semana con todo el encanto de unos barrancos en su punto de agua y una agradable compañía.

Nos vemos el 21 de junio en Las Buitreras

 

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