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BARRANCO DE TÚNEZ
(20 DE JULIO DE 2013)
Nueve años hace que no descendíamos este barranco. Desde que en el año 2005 el Director del Parque Natural lo prohibiera sin explicar el motivo de la prohibición arguyendo evitar el “efecto llamada”, este barranco lo teníamos puesto en el punto de mira.
En mayo de este año, durante una concentración de barranquismo en La Bolera organizada por la F.A.M., nos acercamos a saludar al nuevo vocal de barrancos, cosa que no pudimos hacer porque...¡¡¡estaba haciendo el barranco de Túnez !!!. ¿Pero no estaba prohibido? Y así nos enteramos de que estaban expidiendo permisos para este barranco: casualmente y no a través de la F.A.M. que es la que debiera informar a sus federados. No se para qué me federo todos los años....
Bueno, a lo nuestro, la crónica del descenso.
Como ya viene siendo habitual cuando vamos de barrancos por esa zona, nos alojamos en el Cortijo del El Helao.
Llegamos el viernes por la noche y dimos buena cuenta de una cena que M.A. nos había preparado: pasta con atún y ensalada colorida.
El sábado nos ponemos en marcha tempranito: va a hacer mucho calor y no queremos que nos pille en medio de la subida por el pedregal asesino.
Llegamos al Cortijo del Nacimiento sobre las 9.30 h y nos dirigimos hacia el barranco. Desde fuera podemos ver que no lleva agua.
Hacía tanto tiempo que no íbamos por allí que no dimos del tirón con el acceso al pedregal, así que tuvimos que hacer algo de “trocheo” por el agro castrilense. Por fin damos con el pedregal e iniciamos la dura subida. Horrorosa, como siempre...
Llegamos a lo más alto y Paco nos dice que debemos continuar el sendero del Cerro Empanada hasta que encontremos el cauce del Túnez ¿¿¿¿ Eimmmm ????. << Paco, creo que no, que desde aquí se desciende directamente hacia el cauce>> << Qué va, yo he venido dos veces con Salguero y hemos seguido por el sendero>>. Como hace casi 10 años y no me puedo fiar de mi memoria, hacemos lo que dice Paco, pero según vamos avanzando tanto Nani como yo, estamos convencidos que el acceso bueno es desde lo alto del pedregal.
Por fin llegamos al punto en que el sendero se cruza con el cauce. Hay un poco de agua. Entramos y empezamos el descenso: algún destrepe, mucho pateo rivereño, un calor del copón y nada interesante hasta que llegamos a la cerrada.
Bueno, ya hemos conocido el Upper Túnez y ya sabemos de primera mano que no vale la pena, y aún menos en verano.
Así que nos metemos en el Lower Túnez, o sea, la cerrada y comprobamos que efectivamente desde lo alto del pedregal se puede acceder allí sin problemas.
Nos colocamos algunos el peto de neopreno para evitar rozones en las piernas y antes del primer rappel Isa Ponce y Juan, sufren un golpe de calor. Agua, papeo, y sobre todo un baño en una poza que hay al final del rappel, hace que ambos se recuperen.
Seguimos para adelante y nos encontramos con la maldición del barranquista: una cabra muerta que apesta a distancia. Pasamos rapidito con el estómago “encogío”.
Continuamos el descenso y al poco justo antes de entrar en la zona más estrecha nos encontramos con un regalito más: otra cabra podrida... ¡Dios, qué asco de peste y de moscas!
Y así entramos en la parte más cerrada, vertical e interesante de este descenso donde pudimos comprobar que los anclajes necesitan una mejora y profunda renovación. Tito Antonio, a ver si te animas y le das una paliza al Makita que todavía está virgen. Y si no, la F.A.M., que ya equipó el Trevelez y el Poqueira cuando era vocal Carmelo.
Llegamos al final del barranco y ahora nos viene otra duda: ¿cómo hacemos el regreso a los coches?
Desde allí se ve el Cortijo del Nacimiento pero... ¿cómo nos aproximamos?. Paco dice que hay que llegar al Río Castril y subir hasta una pista que se ve desde aquí. Así que le hacemos caso y efectivamente, encontramos esa pista y llegamos a los coches sin problemas.
Ya allí, atacamos sin piedad una nevera con cervezas frías que a Juan se le había ocurrido traer. Son casi las 6 de la tarde y, salvo barritas energéticas, no hemos comido nada desde el desayuno. Así que unos bocatas para “llenar el buche” cayeron allí mismo en el parking junto con esas cervezas heladas.
Regresamos al Cortijo El Helao y Paco, Nani y José C. se hacen cargo de la barbacoa preparándonos unos costillares de cerdo, salchichas, filetitos de lomo y unas chistorras, todo eso acompañado de puré de patatas y chucrut que M.A. se ha afanado en hacer.
Y por supuesto, cerveza fría y vino para bajar la comida.
Sobre la medianoche damos por terminada la jornada, que estamos molíos.
Poco a poco nos vamos levantando el domingo: que si he dormido fatal, que si me ha venido la regla, que si estoy machacao, que si tengo lumbago... Joer, ¡cómo está la gente!
Así que salvo Marikilla y Fran que se van a conocer un sitio que ha comentado el dueño del Cortijo, los demás tiramos para casa.
Resumen: un buen descenso quizás con demasiado calor pero, a mi al menos, me gustó para recordar este fantástico barranco que hace mucho tiempo que no lo hacía. Y aprovecho de paso para actualizar la reseña de la página web. Y como siempre un estupendo ambiente barranquista.
Gracias a M.A. por encargarse de la intendencia, a Paquito por asumir la “dirección técnica del descenso”, a los tres Bbq-men, y a todos por el buen ambiente.
Hicimos este barranco:
1.- Fran a secas.
2.- Marikilla. M.K.
3.- M.Angeles Barceló M.A.
4.- Isa Ponce
5.- José Coronilla
6.- Pepe, que se estrenaba como barranquista
7.- Isa Ayaso.
8.- Paco García
9.- Nani Fernández Portillo
10.- Y yo, Juan Campllonch “Actioman4x4”.
Fotos de Fran y Paco
