Día 4
Errachidia-Ouzina
El día de las dunas
Hoy sin llegar a madrugar mucho y tras el desayuno y unas fotillos en la piscina del Hotel Kenzi Rissani, partimos hacia Merzouga, ultimo pueblo antes de dejar el asfalto y adentrarnos por pistas hacia Ourzina.
En nuestro camino atravesamos el valle del Ziz dejando el desvío de La Fuente Azul de Meski que este año no visitamos, así como el geiser de Borj Yerdi. Sin parar nos dirigimos a Erfoud, pasamos por delante del Hotel Xaluca donde otros años hemos parado a tomar un té, aunque este año no es el caso. Sin tregua para el viajero no dirigimos a Rissani donde atravesamos la impresionante puerta de acceso a la ciudad y donde nos detenemos a comprar los Che-Che (turbante Bereber) para aquellos que todavía no lo tienen.
Reanudamos la marcha y poco después repostamos los vehículos para no tener problemas de abastecimiento en las etapas venideras y nos admiramos las impresionantes Dunas del Erg Chebbi. Ya se oye el palpitar de los corazones y el rugir de los motores queriéndose adentrar en la gran Duna y coronarla, pero este año pasamos de largo atravesando Merzouga para continuar viaje a Ouzina. Por las emisoras empezamos a comentar si encontraremos a nuestro amigo de otros años con algún ejemplar de Feneco (zorro del desierto), pero esta vez no ha habido suerte, aunque si vemos otros críos con ejemplares en los brazos alzándolos para que nos hagamos una foto y les demos de paso algún dirham. Pero no hay tiempo para fotos y nos adentramos ya en pista atravesando Taouz, una región conocida por sus Minas de Cuarzo que está en plena explotación minera.
Por fin llegamos a la aldea de Ouzina donde divisamos unas dunas que creemos que nos harán disfrutar y cuál es nuestra sorpresa cuando Pato Azul comunica que ya hemos llegado y nos vemos en un Hotel en mitad de la nada que es espectacular. Aunque ahí no acaba la sorpresa ya que la noche la pasaremos en unas jaimas que nos han preparado y que harán las delicias de los Patitos y no tan Patitos, jejejeje.
Ahora nos toca reponer fuerzas en una de las instalaciones del Hotel que nos dejan, vaciar los vehículos e instalarnos en la jaima. Ya sin perder tiempo visitamos a una familia nómada que acaba de tener un recién nacido y nos acercamos a la aldea de Ouzina para dejar ayuda humanitaria cortesía de Iberdrola, que Antonio, Jesús y Javier han traído desde Madrid para cumplimentar el proyecto que intentan apadrinar en dicho pueblo y ayudar a los lugareños. También dejamos ropa juguetes y algunas cosillas que han traído otros Patos solidarios.
Después de ver las instalaciones y comprobar in-situ el proyecto que Pato Azul y Pato Saharagui, con la ayuda de Pato Fast, habían comentado al resto del grupo, nos hacemos unas fotos junto a los niños de un colegio de Ouzina que están radiantes con las camisetas y regalos que les dimos. Acto seguido manteamos a Mar Nacarino y algunos de los Patitos y Patitas, que se lo pasan en grande con el manteo.
Y por fin rumbo a las dunas. Bajamos presiones a los neumáticos y empezamos a dunear. Se oye por las emisoras la primera empanzada de Pato Saharagui, a la que le sigue la de Pato Bomb y la de Pato Playa. Sacamos los coches y seguimos. Esto es una gozada: una vez cogido el tranquillo, disfrutamos como enanos. La tarde va cayendo y nos juntamos para hacer la foto de grupo y ver la puesta de sol, que se nos fastidia por empezarse a nublar.
La foto de grupo queda chulísima todos estamos guapísimos con las camisetas que han hecho Pato Azul como recuerdo de este Sahakuak.
Ya solo nos queda volver a las jaimas y poner presiones en los neumáticos, recolocar todo en los coches para que esté preparado para el día siguiente y como no, cenar en la gran jaima uno de los mejores menús que hemos comido este año en Sahakuak 2012.
Luego vendrían unas cuantas risas, unas copitas y música marroquí con sus tambores y castañuelas para dar paso a un profundo sueño como colofón a un magnifico día.
Enrique Patotrasto
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